EL REINO DE DIOS ES COMO UN…….?

Imaginase el sonido de trompetas, el ruido del platillo, el impulso de las luces cuando la gran declaración proclama que “el reino de Dios es como un….!” Obviamente, la próxima palabra debería ser una palabra poderosa, una palabra grande, preferiblemente una palabra con muchas silabas y quizás, una palabra solamente dicha en el ámbito elevado de la educación superior. Posiblemente, una palabra como “coloso” sería apropiada. La palabra debe ser importante, enorme e impresionante. ¿Que palabra será? Las trompetas, los platillos y las luces hacen una pausa en anticipación de aquella palabra potente. Aquí está. La palabra esperada: “Una Semilla.” ¿Una semilla? ¡No es cualquier semilla! La palabra “semilla” está modificada por la palabra “mostaza”. Una de las semillas menos impresionante, casi invisible. ¿Qué es lo que Jesús quiere decirnos aquí?

En la parábola del grano de mostaza, Jesús revela un principio poderoso del reino de Dios, lo cuál tiene implicaciones importantes para nuestro enfoque entero de ministerio. Aquí está: estamos llamados a plantar semillas, no construir iglesias. Muchas veces, nuestros esfuerzos ministeriales se concentran en algo que ni podemos hacer; construir árboles. Podemos levantar algo que parece un árbol, pero no es un árbol verdadero a menos que Dios lo haga. También, podemos fabricar algo que se parece a una iglesia, pero no es una iglesia verdadera, a menos que Dios la edifique. Jesús dijo que él levantaría su iglesia. Nuestro trabajo es plantar semillas. Semillas pequeñas. Granos de mostaza. Semillas de discípulos. (“Id y hacer discípulos.”) Semillas de desarrollar líderes y semillas de iglesias hijas. Semillas de obras pequeñas de amor y compasión. Semillas de la oración fiel. El problema con plantar semillas es que no parece algo muy interesante o emocionante cuando uno lo hace. Los resultados no aparecen inmediatamente. En nuestro cultura donde “más grande es mejor” plantar semillas simplemente no encaja bien.

Sin embargo, granos de mostaza, plantados con paciencia, es exactamente como el reino de Dios. En su libro, “Viajar Ligeramente”, Eugene Patterson escribe, “Debería ser recordado que Jesús limitaba 9/10 de su ministerio a doce judíos, porque así fue la única manera para llegar a todo el mundo.” Hacer un impacto del reino da todos los granos de mostaza, los cuales Dios le ha dado a plantar.
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Por Steve Pike
Traducción Elena DiTrolio